Vive como si no hubiera mañana alguno.

Busca tu mejor vestido dentro del armario, los tacones más altos, píntate, peínate y sal a la calle, comete en el mundo bocado a bocado por cada pisada. Baila como si no hubiera mañana, disfruta, ríe, llora, acércate al chico más guapo de la discoteca, y sin más bésale. Disfruta cada minuto, cada hora, cada día, como si no hubiera un mañana, porque hay momentos únicos.
Y dime, si no haces locuras ahora, ¿de que te vas a reír cuando seas una viejecita?

Da igual que mañana no te acuerdes de nada, ya empezarás a recordar, y te darás cuenta de que vale mucho la pena, volverse loca de vez en cuando. No viene nada mal desfasar un poco. 

Y no esta de más DISFRUTAR DE LA VIDA.